La gestión del talento tiene nuevas reglas de juego. La Gran Dimisión llega a España desde Estados Unidos en forma de “quite quitting”, ese cambio de actitud ante el trabajo que, cual efecto boomerang, está haciendo que el compromiso de los colaboradores con sus organizaciones, con la tarea e incluso con los valores antaño compartidos, estén decayendo. Si esto ocurre en el ámbito de los empleados, otro tanto se vislumbra en el de los candidatos: podría hablarse de que aplican una nueva filosofía y tienen unas nuevas expectativas a la hora de elegir su destino profesional.